¡Puje, puje! Decían todos en la sala
mientras en medio de tanta emoción trataba de recordar cómo debía pujar.
Lo cierto es que solo quería conocerla, tenerla en mis brazos
e inhalar ese olor a cielo que traen consigo los bebés.
El médico había recomendado una cesárea para traer a mi hija
al mundo, luego de asegurarme que cada vez el procedimiento buscaba asemejarse
a las virtudes del parto natural, en especial para bebé.
Así que ahora le explicaré porque debí pujar. Se trata de la
cesárea humanizada, un servicio que permite a la madre ser parte activa para
dar a luz a sus bebé, a pesar de estar en una sala de cirugía.
Me mantuve completamente despierta y alerta todo el tiempo.
Al pujar, pude ayudar a que mi bebé saliera por la herida que ya el médico
había adelantado. Luego de eso y que el médico pediatra revisará los signos
vitales de mi hija, me la trajeron de inmediato para darle de comer mientras me
suturaban la herida.
Debo confesar que al pensar en la opción de una cesárea,
siempre temí a los minutos y a veces horas en que las madres permanecen
separadas de sus bebés durante la recuperación.
Aunque la mayoría de las veces, los padres se encargan de
canguarear a bebé durante ese lapso, sabía que la primera hora de vida de los
bebés es importante para el desarrollo del vínculo con mamá. Yo no quería
perderme ni un segundo, por lo que optar por una cesárea humanizada me
tranquilizo.
Mi esposo siguió paso a paso todo lo que sucedía y le
realizaban a nuestra hija. Estuvo con ella brindándole ese calor de padre que
también es fundamental pero en cuanto salí de la sala de cirugías, él pudo
traerme a mi bebé para poder alimentarla de nuevo mientras me recuperaba del todo.
Así fue como vino mi bebé al mundo y también como mamá me
sentí tranquila y segura todo el tiempo, más allá de la emoción de conocer a mi
bebé por primera vez.
La cesárea humanizada es un servicio que ofrece el Hospital
Clínica Bíblica a quien lo solicite. A partir de mi experiencia, lo recomiendo
y agradezco la posibilidad de que cada vez se avance más en estos temas, porque
así, todos ganamos. No tengo palabras para agradecer todas las atenciones y el
servicio recibido por parte del personal del centro médico.
Así como también quiero agradecer al Dr. Carlos Peña y a su
gran equipo, incluyendo a mi talentosa cuñada la Dra. Natalia Mora, por traer a
mi hija al mundo en un ambiente seguro y muy emotivo para todos.
Onceveintidós Birth Photography