Se vale estar triste
La vida esta llena de
momentos fascinantes pero no hay forma de evitar que el dolor llegue en algunos
otros. Lo he intentado, se los aseguro, es imposible…
En más de una ocasión,
cuando identifico que la tristeza embarga mi corazón también me doy cuenta que
me siento mucho peor por permitirme estar así. Es como si tuviera la obligación
de ser fuerte e invencible el 100% del tiempo.
Como si no fuera
suficiente la montaña rusa de emociones que, ya de por sí, por ser mujeres
llevamos dentro, nos convertimos en nuestras propias villanas al no permitirnos
“sentir plenamente” esos momentos oscuros que parecen interminables.
¡Soy fuerte! Me repito
antes de salir a enfrentar la vida.
“Eso no es nada, hay
cosas peores”, pienso mientras intento desacreditar lo que siento.
Resulta a veces, pero
luego reconozco que no estoy siendo justa conmigo ¿Se vale estar triste? Sí,
claro que se vale.
La tristeza es parte
de lo que nos hace seres humanos, seres sensibles, mujeres apasionadas y
empáticas.
Por eso hoy, hoy me
permito estar triste.
Me lo debo. Lo
necesito.
No será por mucho
tiempo, las mujeres sabemos reinventarnos de formas increíbles. Pero por ahora,
sentiré con intensidad cada una de mis emociones. No les permitiré dominarme
pero me dejaré ser.
Solo por hoy…
0 comentarios