Cuando Dios dice “NO”
Estaba lista para
salir a trabajar y Coffee, quien aún era un cachorro, logró escapar y correr a
gran velocidad.
Eso ya significaba un
gran problema. El jardín es lo suficientemente amplio como para saber que nunca
iba a poder atraparlo.
Era mi primera
experiencia como mamá de un peludo de cuatro patas y hasta el momento, nada
había sido fácil. No lograba comunicarme con él, de forma efectiva.
Pero las cosas se
complicaron, cuando salí a ver dónde estaba, lo encontré jugando con algo
extraño. Pasaron algunos segundos antes de darme cuenta que podía estar en
peligro; lo que llevaba en su hocico era un enorme sapo.
Ese día, no solo
llegaría tarde al trabajo sino que mi corazón se detuvo por un instante.
Mientras corría detrás de él, sin éxito, solo pensaba en la posibilidad de que
Coffee muriera envenenado y que una parte de mí, se apagaría con él (Los
que aman a sus mascotas, pueden entenderme).
“Coff suelte esoooo,
es por su bien, me muero si te pasa algo. Déjame ayudarte, deténgase,
escúcheme, por favor, es por su bien”…
Se detenía, pero
cuando lograba alcanzarlo volvía a correr con mayor velocidad. Mi
cachorro no tenía idea del riesgo que corría, no entendía el panorama que yo
veía ni la angustia que sentía.
Pasaron más de 20
minutos, hasta que empecé a llorar. Sentía tanta impotencia. Estaba ahí,
gritándole a mi pequeño, diciéndole lo qué podía pasar y él, simplemente, no
quería obedecer.
Estaba exhausta,
física y emocionalmente, pero sobre todo, estaba enojada.
-
¿No me escuchás? ¿No entendés que si digo que NO, es por tu bien? Siempre voy a
querer lo mejor para vos y me muero si te pasa algo malo. Tenés que saber
que conozco lo que te puede hacer daño y debes aprender a obedecerme.
Guardé silencio y
repetí el mismo discurso pero ahora, era yo quien debía escucharlo.
Me encontraba en una
etapa en donde había recibido varios, por no decir muchos,” NO” de DIOS.
“NO” a esa
amistad, “NO” a esa relación, “NO” a ese nuevo proyecto y “NO” a ese
sueño.
No sé cómo es tu
relación con Dios pero yo aprendí a verlo como un Papá. Así que, efectivamente,
siempre he aprovechado todos esos privilegios que tienen las hijas. Sí,
cada vez que deseo algo, acudo a Él y se lo pido.
Pero de pronto, me
decía que “NO” a todo.
Ni siquiera recibía su
silencio como respuesta. Simplemente, en mi corazón sentía que no estaba
dispuesto a complacerme en esas cosas que para mí, eran importantes. Muy
importantes. Ese sentimiento se acompañaba de una realidad que me decía a
gritos: “NOOOOO”.
Acepto que estaba un
poco molesta con ÉL.
Mi lógica me decía que
tenía todos los méritos para obtener esas cosas que le pedía (no era nada
material), ya había esperado lo suficiente y no existía ninguna razón
para que se negara a mi solicitud.
Entonces entendí que
quizás Dios estaba viendo algo que yo no veía.
Que como yo lo hice
con Coffee, Dios solo trataba de protegerme.
Lo que parecía un
simple juego para mi perro, podía acabar con su vida. Lo que parecía lo
correcto para mí, podía acabar con mi corazón.
En voz baja le dije:
“Conoces mis deseos más profundos y si tu respuesta sigue siendo negativa, lo
acepto. Amaré esos NO por respuesta como te amo a vos. Sé que me premiarás con
lo que sabes que es beneficioso para mi vida”, me sentí mucho mejor.
Muchas personas
podrían estar pasando un mal momento porque de pronto, esa persona los dejo de
querer, porque no fueron elegidos en el trabajo que deseaban, porque
insisten en una situación sin tener resultados.
Nos aferramos a las
personas y a las cosas, mientras nada de eso nos pertenece ni fue creado para
nosotros.
Suena fácil pero no lo
es.
Además, confieso que
no siempre entendí a la primera y que como Coffee, corría feliz sin soltar
aquello que me haría daño y después sí, quizás una parte de mi moría. Todo
porque aunque veía las señales de peligro, decidía ignorarlas.
Créame que mientras
lloramos por quien se fue, por el sueño que no se materializó y porque
simplemente, nada es como queremos, el mismo Dios que te dice que “NO” te dará
un “SÍ” muy pronto y te sorprenderá.
Nuestros planes no se
comparan a los planes que ÉL tiene.
Los malos ratos van a
estar presentes a lo largo de nuestra vida pero depende de nosotros cuánto
tiempo los dejemos hospedarse en nuestra mente y en nuestro corazón.
Si ese hombre te dejó,
te diré que sos una mujer muy afortunada, aunque aún no te sientas así y
pasarán algunos meses para que lo descubras, pero ese día llegará. Es probable
que tampoco eras feliz con él al lado.
Si esa empresa decidió
prescindir de tus servicios, sin darte mayor explicación, entonces se cumplió
tu propósito en ese lugar. En algún otro sitio necesitan de tu talento, pero
principalmente, de tu luz.
Las veces que te han
rechazado, las ocasiones en las que te han dicho que hay mejores oferentes para
ese puesto y todas esas oportunidades en las que la puerta se cierra en tu
nariz, no definen lo que eres.
Que tus padres te
nieguen esa salida, que el jefe te niegue ese aumento o que la Universidad diga
que el cupo está lleno, es difícil de aceptar.
Más lo es cuando quien
te dice que “NO” es el mismo al que el Universo le obedece, eso quiere decir
que nada de lo que hagas para contrarestarlo, tendrá resultado.
Pero esa misma premisa
aplica para cuando te dice “Sí, este es tu momento. Te daré mucho más de lo que
soñaste, porque supiste esperar y porque TE AMO”, entonces, nada de lo que se
oponga tendrá resultado.
Hoy les puedo contar
que después de las respuestas “negativas” que me enviaron de parte del cielo,
en aquel entonces, recibí algo mayor y mejor de lo que deseaba.
Por fortuna, nada malo
le sucedió a mi perro.
Después de ver en el
estado en el que yo me encontraba, a mami se le ocurrió sacar la bolsa de sus
snacks favoritos y listo, soltó al sapo y se acercó por su premio, el cual no
merecía, por cierto.
Estaba molesta pero
fue imposible castigar a Coffee, lo único que deseaba era abrazarlo y decirle
que siempre iba a estar ahí para cuidarlo, con amor.
Y ¿Vos?
Deténte,
deja de correr lejos, escucha, presta atención a lo que te está diciendo.
Regresa a sus brazos, Él está viendo todo el panorama y también se preocupa por
lo que pueda sucederte. Corre a sus brazos, que te llevará en ellos, si es
necesario, hasta que cruces ese desierto y lo hará, con amor.
3 comentarios
Me encantó su mensaje deja mucho que reflexionar y aprender a esperar y confiar en Dios y en sus planes
ResponderBorrarMe encanta, soy tu fan y a mi perrito también le puse Coffee porque a mi esposo le encanta el café
ResponderBorrarMensaje muy real, esperanzador y hermoso
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