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Soy Meli Durán

Con luz propia

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Siempre planifiqué mi vida en torno a los 20s. Me propuse y me exigí cumplir muchas de las metas mientras tuviera veintitantos, constantemente, me repetía: “Eso debo hacerlo antes de los 30”.

Veía ese tercer piso lejano y amenazador, ese destino que estaba allá esperando a que me acercara, tan solo un poco, para comerme viva. Tenía que alcanzar mi licenciatura mucho antes porque después no tendría las mismas fuerzas para hacerlo, lograr la mayor experiencia laboral y “quemar fiebre” porque después, quizás después no podría.

Ni que decir de comer todas las hamburguesas del mundo porque luego el metabolismo me traicionaría y al mismo tiempo ponerme en forma porque luego sería demasiado tarde.

Lo cierto es que un mes me separa de ese cumpleaños número 30 y por alguna razón no me asusta.

De pronto, me da más temor ver hacia atrás y saber que llevo 10 años de mi vida sin detenerme un segundo. He elegido trabajos demandantes, he llegado sin fuerzas al final del día, no he salido a ejercitarme lo suficiente, no he disfrutado lo suficiente, no he leído lo suficiente, no he hecho lo que he querido lo suficiente, ni siquiera, he aprendido a nadar lo suficiente. Sí, a los casi 30.

A veces es tanta la información que digiero en el día que puedo olvidar hasta las cosas más sencillas, pero no por eso, menos importantes. ¿De qué estaba hablando?, ¿en qué quedamos?, ¿qué era lo que iba a buscar?, ¿qué hice ayer??? ¿por qué tendría que recordar lo que hice ayer?

Es entonces cuando percibo que mi cumpleaños se aproxima con una nueva perspectiva de mi vida.
No es que al subir al tercer piso todo sea más difícil, es que lo que he elegido a los 20s me pasan factura ahora. Y sí, es cierto que la báscula ya no es tan benevolente con uno y que prefiero mil veces quedarme en la casa, metida en la cama con unas medias de franela que salir de fiesta. Pero también es cierto que, en lo profundo de mi alma, me siento mejor que nunca.

No es tarde. Aún puedo tomar decisiones importantes que cambien, radicalmente, el rumbo de mi vida. Todavía me embarga la emoción de estudiar otra carrera, la de aprender a cocinar y la de emprender cualquier cosa. Estoy segura que la nueva década que llega a mi vida traerá múltiples cosas buenas y que la que dejo atrás, ha hecho que hoy sea quien soy.

Así que, si sos de las que tienen más de treinta y disfrutan la vida al máximo sin temer a nada, podes estar segura que quiero ser como vos. Y si, por otro lado, sos de las veinteañeras que se quieren comer el mundo, entonces cómaselo, pero sobretodo, disfrute, viva el proceso y no se afane, porque la vida pasa y nunca, nunca será demasiado tarde para empezar de nuevo.

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Acerca de mí

¡Hola! Soy Melissa Durán - periodista y presentadora de tv- pero también mujer, madre y esposa.

Me encanta escribir y lo haré cada vez que pueda. Estoy segura que nos identificaremos en muchas de nuestras experiencias.

Bienvenidas a mi blog

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